La película Rabia (Rabid/Rage, David Cronenberg, 197) ha sido analizada por
múltiples críticos y teóricos. La película trata acerca de una mujer, que tras
sufrir un accidente de coche, sufre varias operaciones de estética para curar
sus lesiones. Debido a estas operaciones, Rose, desarrollará un miembro fálico
en su brazo. A través de este se alimentará y contagiará a la víctima de una
enfermedad similar a la rabia. El infectado rápidamente desarrollará su
enfermedad y llevado por la misma morderá a la gente de Monreal trasmitiendo su
enfermedad por la saliva.
La verdad es que los críticos y
teóricos no se ponen de acuerdo respecto a la obra del director canadiense y la
segunda obra del director no es una excepción. La crítica feminista, encabezada
por Robin Wood, ven en esta obra de
Cronenberg un claro ejemplo de misoginia. Wood afirma esto basándose en que la
monstruosidad de Rose es un claro ejemplo de imagen de castración impuesta por
el hombre, ya que es este el culpable de la monstruosidad. La monstruosidad de
la protagonista será el inicio, de lo que la propia Wood dice: “un
mini-apocalípsis de consecuecias catastróficas.”
Por otra parte, críticos como
Allan Macinnis quieren ver en Rose otro modelo de feminidad. Macinnis se basa
en el hecho de que excepto dos de los ataques de la protagonista (los que por
necesidad alimentaria recurre a alimentarse de mujeres), son situaciones en las
que una mujer se siente vulnerable. Es decir, el granjero que trata de
violarla, el camionero que también se le insinúa, el chico en el cine, etc… La
respuesta de Rose, sería entonces, un ataque directo a la masculinidad que
trata de forzar a la feminidad según sus deseos. Macinnis reconoce en Rose
muchos rasgos negativos hacia la feminidad pero que ve en ella “elementos
satisfactorios, casi feministas” como el hecho de ser el animal que trata de dar caza a los predadores
femeninos.
Con opiniones tan enfrentadas,
recurrimos a las propias palabras del director acerca del personaje. Cronenberg
dirá de Rose: “Ella es una heroína, no un monstruo”. Si a esto le unimos el
hecho de que en la filosofía del director, la de la nueva carne, el cuerpo es
un paso, una limitación y que hay que ir más allá de las convenciones del
mismo. Ocurre en esta película, como ocurre en La Mosca, Videodrome o Crash, la destrucción del cuerpo ocurre para
dar paso a la liberación por medio de la muerte. El cuerpo que ha ido más allá
de Rose, ha creado una enfermedad que también hace que los cuerpo cambien y se
liberen.
En el único punto en el que la crítica coincide
es en el que Rabia muestra una
crítica voraz a la clase media-alta. Los personajes de la clínica de estética
están obsesionados con su imagen, obviando las cuestiones político-sociales.
Cuando Rose llega a la clínica después del accidente, los clientes de ésta se
horroriza del estado de la chica y casi sin mirarla ruegan que la tape. La
monstruosidad de Rose nace en este contexto y se revela frente a éste.
¿A quién debemos creer entonces? ¿A los teóricos, a los críticos o a Cronenberg? Continuaré preguntándole cosas a Rose...